La primera división se da en 1963.
Hernando Ricardo le vendió 220hás a
Antonio Romero quien a su vez encargó
a Pedro Fernández como
administrador de la finca.



En 1991, con la muerte de
Antonio Romero, Pedro Fernández
se quedó con la propiedad de
El Aceituno I.

En 1998 Pedro Fernández cede la finca al
INCORA para crear 8 Unidades Agrícolas
Familiares entre sus hijos y allegados.

Los adjudicatarios de las UAF de El Aceituno I no alcanzan a tener posesión del predio ya que para diciembre de ese año alieron todos desplazados por la violencia, incluido Medardo Tovar y su familia, así como los hermanos Martelo. Todos debieron salir desplazados en diciembre de 1998.

Entre 2007 y 2010, estando desplazados,
con miedo, deudas y en medio de la pobreza, vendieron sus parcelas a Álvaro Echeverría quien a su vez vendió los predios englobados
a empresas afiliadas a Cementos Argos S.A.
una compañía agroindustrial y minera con intereses en la región.

En 2014 Cementos Argos S.A.
cede los derechos de propiedad de 6.600 hectáreas, en El Carmen de Bolívar,
San Jacinto y Ovejas, para la creación de la Fundación Crecer en Paz "para el desarrollo rural en el marco del posconflicto".
Todos los predios de El Aceituno hacen
parte de las tierras que, en la actualidad, administra y trabaja en la comunidad
esta Fundación.

Gracias a la Ley de víctimas y restitución
de tierras de 2012, estos campesinos
iniciaron procesos de reclamación
de sus parcelas en 2013.

En 2015, 2016 y 2018 la justicia ordenó
la restitución de los predios a una parte
de los campesinos reclamantes,
sin embargo, a más de tres años
de la primera decisión judicial,
las tierras aún no han sido entregadas
en su totalidad.

Desde finales de la década del 50
la finca El Aceituno de 580 hectáreas le pertenecía a Hernando Ricardo. Entre los 60
y los 80 la finca fue dividida creando tres predios distintos.

En 1972 Hernando Ricardo
le vendió 72 hás a Medardo Tovar
constituyendo la segunda porción
de la finca con el nombre de
El Aceituno II.

La parte restante de El Aceituno, 288hás,
Hernando Ricardo la vendió al INCORA, esta entidad les adjudicó las tierras a cinco campesinos, entre ellos Enrique Martelo
y sus hijos, constituyendo una propiedad "Común y Proindiviso". El Aceituno 3.