El libro tiene 4 historias biográficas que contienen además los contextos sociales, políticos y culturales que enmarcaron la vida de los protagonistas. Reúne los escritos ganadores de la categoría Reconocimiento a la Creación de Narrativas de Vida de la II Convocatoria Nacional de Propuestas Artísticas y Culturales de Memoria 2014 del Centro Nacional de Memoria Histórica.
“Así mismo, este es un texto que recoge la experiencia de personas que han tenido que lidiar con las adversidades y contradicciones de la guerra, convirtiéndose en un espacio para aliviar dolores colectivos que no han tenido el duelo necesario, y en una especie de antídoto contra el olvido”, precisa la reseña del libro en el portal del Centro de Memoria Histórica.
El libro empieza con la historia de Ana Fabricia Córdoba, una mujer a quién el país conoció por sus insistentes denuncias sobre el exterminio que sufrió su familia en la lucha por recuperar las tierras del Urabá antioqueño de las que los violentos los sacaron.
“Señores, no me dejen matar”, suplicó en abril de 2011 durante un Comité Metropolitano de Derechos Humanos en Medellín. Un mes después la mataron.
En el segundo capítulo Nombres propios, la autora relata sus recuerdos usando herramientas de la literatura que llevan el texto a los terrenos de la poesía.
María, la memoria, el grito y la tierra es el testimonio de una mujer que logra resucitar del infierno al que la empujó la violencia. Ella se aferra de la creatividad para resurgir.
El último capítulo, Memoria de vida y muerte es un monólogo interior en el que el profesor universitario Alberto Alzate Patiño relata que lo asesinaron porque sus estudios iban en contravía de los intereses económicos de proyectos hidroeléctricos que vulneraron la estabilidad ambiental de territorios indígenas en Córdoba.
Aquí, el libro.