El diario colombiano El Tiempo, publicó un reportaje sobre las familias del país que han buscado la justicia por su propia cuenta, contra quienes asesinaron a sus seres queridos. Debido a que algunos procesos judiciales son más lentos que otros, los ciudadanos han optado por investigar los casos de las muertes de sus allegados, hasta el punto de buscar evidencia como vídeos y testimonios, que les permitan hilar las cuerdas del caso y hallar al culpable.
En este especial, el periódico encontró la historia de tres familias, que decidieron investigar la muerte de sus parientes, respaldados por el Código de Procedimiento Penal.
La historia de Carlos Cajamarca
Este padre de familia, perdió a su hijo en el año 2013 en Soacha, cuando en medio de un reclamo en el que el joven de 17 años no tenía nada que ver, recibió dos puñaladas que le quitaron la vida. Carlos Cajamarca, obtuvo información del sospechoso a través de los amigos de su hijo, quienes estaba en la escena del crimen. Adicionalmente, solicitó la grabación de la cámara de seguridad del lugar donde ocurrió la tragedia. Recolectando testimonios, encontró al asesino en internet, por medio de la red social facebook.
Cajamarca entregó a las autoridades fotografías, datos e información relevante, que permitió su captura en Valledupar, en febrero del 2014. Sin embargo, hasta el día de la publicación de este reportaje, no se había dictaminado una condena para el presunto responsable.
¿Quién asesinó a Rafael Molano?
El 3 de agosto del 2013, Rafael Molano de 33 años, fue asesinado en circunstancias desconocidas. Su esposa, Yendi Alonso, dijo a las autoridades que su cónyugue había sido confundido con un repartidor de drogas del sector. Para los familiares de Molano, lo extraño fue que su esposa se haya mudado una semana después del asesinato, con otro hombre. Gracias al testimonio de vecinos, y de un familiar de Molano quien escuchó una conversación de Yendi donde aceptaba que había mandado a matar a su esposo, se pudo esclarecer el caso, y la viuda fue sentenciada a cárcel y posteriormente a detención domiciliaria.
Una universitaria asesinada. Pistas para hallar al culpable.
En el barrio Quiroga de Bogotá, fue hallado el cuerpo sin vida de Laura González, estudiante de comunicación de 20 años. Su tío logró conseguir la grabación hecha desde una fábrica cercana al lugar de la agresión, determinando que su sobrina intentó ser abusada por un hombre que después de apuñalarla, huyó en una bicicleta.
Tras hablar con vecinos de la comunidad, estos le confirmaron a los familiares de la joven que el vigilante del barrio no había regresado. Con esa sospecha, se indagó por el nombre del sujeto en los recibos de pago de la vigilancia, y al contrastar con la base de datos policial se estableció que el hombre ya había estado recluído en la cárcel por homicidio. La orden de captura se autorizó, pero hasta la publicación de este artículo, el presunto responsable no había sido encontrado.
Consejo de Redacción destaca este reportaje de investigación, pues le da una nueva mirada a la situación de criminalidad del país, en donde se retrata el coraje y la voluntad de las familias que no se resignan, y que están decididas a encontrar la justicia para sus casos.