La investigación inició luego de que Juan Carlos Vélez, gerente de la campaña del No para el referendo por la paz, manifestará, en una entrevista realizada por el diario La República, la oscura campaña que se emprendió para incitar a la gente a votar por el No.
Vélez explicó que tuvieron que recurrir a una estrategia de miedo y desinformación, para lograr su objetivo. En ese momento, el equipo de Verdad Abierta, abrió paso a la investigación, con el fin de identificar quienes estaban detrás de la financiación del ‘No’.
Para empezar, los investigadores revisaron la información que debían escudriñar y dieron paso al estudio que pretendía dar respuesta a la pregunta: ¿Quiénes son los representantes legales y miembros de junta de esas empresas financiadoras del No?
Ellos encontraron que los nombres de estos empresarios y particulares habían sido mencionados e investigados por la justicia transicional en curso (Ley de Justicia y Paz, Ley de Víctimas y Restitución de Tierras).
Los financiadores del No
Para conocer quiénes eran los financiadores del No, el equipo de Verdad Abierta revisó la lista de 37 donantes del comité ‘La Paz es de todos’, publicada en la aplicación Cuentas Claras del Consejo Nacional Electoral.
En el registro solo estaba diligenciado el nombre de la persona natural o jurídica y el monto aportado. En la búsqueda de esos financiadores, se encontró que la empresa Banafrut aportó evidentemente a la campaña del No, así como también lo hizo en la campaña presidencial de Uribe en el año 2002 y en la recta final de la campaña de Óscar Iván Zuluaga en 2014.
Luego del análisis de la información, se encontró que algunos de estos bananeros financiadores están relacionados con la financiación del Bloque Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Juan Camilo Restrepo Gómez, presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), se defendió diciendo: “Claro que el gremio aportó, pero no abanderó ni el Sí ni el No. Sus afiliados tenían la libertad y tenían afiliados que defendían el Sí y el No. Y el último evento que hizo el presidente Santos en el Urabá lo organizó este gremio y este servidor, y en ese evento el Presidente dijo que había que respaldar el Sí y este servidor estaba en la tarima. Entonces en eso no puede haber duda”. Fragmento tomado de la investigación.
Fue de esta manera, como se inició la investigación, con el fin de tener los nombres de los financiadores de la campaña y conocer las razones que los llevó a invertir el dinero.
Luego de la búsqueda de información y el cruce de bases, encontraron las razones precisas que le dieron un giro a la investigación y les ayudo a relacionar con antecedentes y terrenos que fueron apareciendo, las causas por las que se opusieron a la paz en Colombia y dieron No en el plebiscito, razones personales, por encima de los intereses del pueblo, con una campaña muy barata, cargada de miedo y desinformación.
Finalmente, estos fueron los hallazgos dela investigación:
1. “Tres empresas y un particular que financiaron el Comité La paz es de todos, que promovió el voto por el “No” en el plebiscito del proceso de paz el 2 de octubre de 2016, habían sido señaladas por el exjefe paramilitar Raúl Emilio Hasbún, alias ‘Pedro Bonito’, de haber financiado al Bloque Bananero de la Auc (Autodefensas Unidas de Colombia)”.
2. “Dos de los empresarios bananeros que financiaron el “No” están involucrados en presuntos despojos y acumulación de un territorio étnico reclamado por la comunidad afrodescendiente de Puerto Girón, en el Urabá antioqueño”.
3. “La financiación de estos empresarios a la campaña del “No” evidencia su preocupación en la implementación del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc respecto a los siguientes puntos:
– La Jurisdicción Especial para la Paz, que crea un Tribunal de Justicia Transicional que juzgará a quienes financiaron a grupos armados ilegales.
– La Reforma Rural Integral, que promete la recuperación de los predios baldíos (tierras de la Nación) despojados y acumulados por
particulares y empresas”.
Ivonne Rodríguez, asociada CdR y periodista de VerdadAbierta.com, nos comentó los cuidados que deben tener los periodistas a la hora de manejar grandes volúmenes de datos y explicó la importancia de participar en la Mesa Regional:
¿Por qué decidieron investigar este tema?
Decidimos hacer esta investigación una vez empezó a circular en medios, una entrevista que Juan Carlos Vélez, gerente de la campaña por el No, le concedió al diario La República.
En la entrevista mencionó que esa campaña había sido la más barata de la historia, la más efectiva y que se había basado precisamente en la desinformación, en el uso de estereotipos y de estigmas.
Entonces, nosotros nos hicimos las siguientes preguntas: ¿Por qué quedarnos en las desinformaciones y en las noticias? ¿Por qué no hacemos un ejercicio de investigación, para determinar quiénes participaron en esa financiación?
En prácticamente dos semanas nos concentramos en hacer un trabajo de bases de datos, de cruzar información con archivos que teníamos judiciales, de reportar con fuentes para comprender quienes estaban detrás de esa financiación.
¿Qué recursos utilizaron para recolectar los datos y la información?
Utilizamos bases de datos oficiales, ingresamos al listado de financiadores publicado por el Consejo Nacional Electoral, el de Cuentas Claras y de ahí extrajimos los primeros datos, los limpiamos y empezamos a construir una base de datos propia. Luego, buscamos las empresas que estaban allí mencionadas, en el Registro Único Empresarial (RUE) y a la Superintendencia de Sociedades, para conocer quiénes eran los integrantes de junta.
Luego, de tener el nombre y la cédula, en el caso de personas y los NIT, para el caso de empresas, empezamos a hacer un ejercicio de reporteria, hasta que encontramos unos archivos judiciales en el que el exparamilitar, Raul Hasbún, alias ‘Pedro Bonito’, había mencionado en versiones libres a varias de estas empresas de haber financiado presuntamente a este grupo paramilitar.
Adicional a eso, reporteando con otras fuentes, que cuyo nombre reservamos por el tema de seguridad, encontramos que dos de estos empresarios están relacionados con compras de tierras, dentro del Consejo Comunitario de Puerto Girón, que es un territorio afro en el Urabá, Antiqueño; reclamado desde hace 17 años por unas 2.300 familias, víctimas del conflicto armado.
Entonces, es un ejercicio de datos, usando bases de datos públicas, pero también cruzando esa información con archivos judiciales y reporteria, con fuentes que nosotros conocemos y que hemos trabajado en términos de reporteria en terreno para cruzar la información.
¿Qué cuidados deben tener los periodistas al manejar grandes volúmenes de datos?
Yo creo que los principales cuidados son: ser muy organizado en verificar los datos, tomarse el tiempo de limpiar las bases de datos, ser muy justos en la historia y equilibrados. Los datos nos ayudan a potenciar una historia, son el punto de partida para hacer todo el proceso de reporteria que se requiere, si uno mira la historia, pues la historia incorpora las voces de los empresarios que aparecen en el trabajo periodístico. También se incorporó la versión de ellos.
¿Cómo describe la experiencia en la Mesa Regional, en el X Encuentro de Periodismo de Investigación?
El espacio de la Mesa Regional fue muy importante, porque es un espacio en el que confluyen las experiencias periodísticas del país. Además, es un espacio que está rodeado de la experiencia de colegas internacionales, en el que uno puede compartir técnicas, herramientas, narrativas, no solamente para apropiarlas a futuras investigaciones que uno quiera desarrollar, sino también para establecer puentes, lazos, alianzas con otros medios, con otros colegas y pensar en trabajos de alto impacto.