Sandra Sánchez inició con una reflexión sobre las problemáticas del género, e hizo un recorrido histórico por el rol de la mujer en el periodismo, su interés en la prensa y la política de género, y su lucha en el proceso sufragista de los años 50.
“En el periodismo nacional abundaban los hombres periodistas que escribían desde su óptica. Eran quienes llevaban las riendas del conflicto partidista. El periodismo colombiano era un periodismo ideológico. En los 50s María Aurora Escobar propone hacer un periodismo que se opone al de ideologías que hacían los hombres, y apoya al sufragio de las mujeres. Ella se plantea: ‘¿Es posible hacer ese periodismo que beneficie al país, que se opone el periodismo ideológico de los hombres, y además contribuye a la lucha de la mujer, al sufragio femenino?’.Porque la mujer era el ejemplo para otros Colombianos que también sufrían de marginación, opresión: campesinos, obreros, trabajadores”.
Sánchez explicó los intereses femeninos en la prensa y la política de género con la publicación “Mundo Femenino”, fundada por María Aurora Escobar en 1953, una de las primeras experiencias que involucró la formación para mujeres periodistas y con la cual se analizó la estructuración del género.
Para finalizar la jornada de la mañana, explicó la importancia de la interseccionalidad de género a través de la heterogeneidad, especificidad, cabalidad y complejidad que se deben tener en cuenta en las historias que van a crear los editores y periodistas. “Las intersecciones es poner en diálogo las preguntas de género que tienen que ver con paradigmas establecidos y roles según distinciones de sexo”.
“El periodismo con función pública tiene que incluir tanto preguntas de género como de otras categorías que ordenan la sociedad (clase, etnicidad-raza, generación, territorio e identidad). Porque el periodismo es una herramienta de contrapoder, de preguntar, de cuestionar, de estar poniendo el dedo en la llaga”, explicó Sánchez, y concluyó con la frase: “El periodismo no sólo puede ser político, debe ser también crítico, porque si no deja de ser periodismo”.
Fabiola Calvo Ocampo, coordinadora de la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género, inició con una reflexión respecto a la construcción de subjetividades y estereotipos relacionados con el género: “con el sexo se nace y el género se construye socialmente. (…) Nos dan unas coordenadas, una construcción de roles según el sexo con el que nacemos. Y como vamos construyendo el lenguaje, vamos construyendo concepciones en la cabeza y en el corazón. Así, vamos creciendo con un tipo de música, con unas imágenes, con una construcción de términos. La subjetividad no la van construyendo lentamente, como una inyección diaria, nos van diciendo cómo sentir, cómo amar, cómo relacionarnos con otras personas. Todo queda registrado en el inconsciente. Entonces, el consciente es el que debe poner todo sobre la mesa y analizarlo”.
El problema más grave entonces, según Calvo, es que cuando no nos volvemos conscientes de esos estereotipos y subjetividades, los modelos y acciones se repiten, y se repiten con violencia: “Si yo pienso que puedo matar por amor, es porque siento que tengo un sentido de propiedad frente a la otra persona, yo no mato si no me siento dueño de su vida. Tengo derecho a matar y a maltratar porque pienso que es mi propiedad privada”.
Y los medios, de acuerdo a Calvo, contribuyen a la reproducción cíclica de estos estereotipos en la sociedad: “En los medios se reproducen estereotipos, le dicen a la gente qué es correcto o no, no se dan herramientas para el cambio. Somos responsables de seguir en la misma línea o de construir algo diferente”.
Es por esto que los periodistas deben empezar a ser conscientes sobre cómo abordan estas temáticas de género, que va más allá de las historias de mujeres, transversaliza muchas más categorías, como lo explicaba Sánchez: “El periodismo es un movimiento político social filosófico y ante todo humanista. Estamos tratando de que quienes ejercemos el periodismo lo conozcamos, y aprendamos a, de acuerdo a lo que se ha normatizado, cómo transversalizar cualquier información. El enfoque de género transversaliza cualquier información”, afirma Calvo.
De ahí la importancia que los periodistas vayan más allá de la noticia, y de la historia, que tengan bases jurídicas para abordar estas temáticas: “No sólo tenemos que leer noticias, cuando vamos a hacer contexto es cuando sabemos la solidez de nuestro conocimiento. Necesitamos conocer la normativa y los resortes que nos llevan a informar de una u otra manera. Nos interesa que la gente aprenda a manejar el término con sencillez”, explica Calvo y resalta lo esencial que es la ética al momento de escribir.
“Cuando vamos a titular una información sobre las mujeres, preguntémonos si me gustaría que una mujer de mi entorno estuviera en ese titular”, concluyó Calvo, haciendo énfasis en la importancia de ¿cómo nombramos a las mujeres?: “El lenguaje sexista no sólo es el cambio de la a por la o. Tenemos que nombrarnos y hacer que se nos nombren, porque hacemos y existimos. Eso va cambiando lo simbólico y logra que la persona tenga presencia en lo económico y político de la sociedad”.
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