Los medios atraviesan una profunda crisis y algo parecido vive la política. Ambas situaciones han motivado innumerables debates en seminarios, llamados de atención de diferentes ONG que defienden la libertad de prensa y relatorías de expertos. Probablemente el panorama se mantenga y siga siendo difícil el ejercicio del periodismo (¿acaso alguna vez fue fácil?), pero investigar la corrupción puede ser un camino de redención para la credibilidad de los medios y una contribución notable para fortalecer la política bien hecha y la legitimidad de la democracia. Esta guía es, entonces, un acto de confianza en la vocación de cientos de reporteros, investigadores, veedores y comunicadores comunitarios. Nace de la necesidad de sistematizar las mejores prácticas de quienes han usado el periodismo para defender los recursos públicos y a las personas a quienes los corruptos les niegan o restringen sus derechos.
En los cuatro capítulos de esta publicación, los lectores podrán hacer un recorrido por los escándalos más notables de corrupción de las últimas décadas, conocer herramientas para investigar la corrupción y aprender a hacerse las preguntas correctas para detectar “banderas rojas” que permitan encontrar temas de investigación. También podrán conocer métodos y aprendizajes de los autores, quienes han develado casos de corrupción.
Una guía pertinente para los periodistas que deben cumplir su papel escarbando en las decisiones que comprometen recursos públicos.