Durante años, Luz Elena Salas ha pertenecido al colectivo Mujeres Caminando Por La Verdad, que tiene como fin la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en la Comuna 13 de Medellín. El 15 de enero de 2007 su hijo Damián fue desaparecido, y el 2 de noviembre de ese mismo año a Luz Elena le entregaron un cuerpo del que, aún duda, sea el de Damián. Desde entonces su vida se resume en una lucha incansable por los desaparecidos y sus familias, participando en diferentes eventos, escribiendo poesía y haciendo actos de resistencia política que buscan la reparación y la no repetición de las operaciones militares en la Comuna 13.
A Luz Elena la conocí en un festival de poesía donde declamaba una hermosa lírica sobre la Comuna 13. Al terminar me acerqué y hablamos, luego nos hicimos amigos compartiendo un par de cafés. Luz me contó su historia desde su infancia, su lucha. Me contó el eterno duelo de un entierro simbólico, su desplazamiento del barrio que habitó toda la vida y la poca intervención del Estado colombiano.
Este microrrelato es un esbozo de su afectación mental tras las huellas de la guerra; de las consecuencias que deja el conflicto armado en la mente y el alma de todas las personas afectadas directa e indirectamente.
Esta historia fue elaborada con el apoyo de Consejo de Redacción (CdR) y del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en el marco de la edición 2022 del curso virtual ‘Conflicto, violencia y DIH en Colombia: herramientas para periodistas’. Este texto es de exclusiva responsabilidad de su autor y no expresan necesariamente el pensamiento ni la posición de CdR ni de CICR.