Tres departamentos, 24 municipios, 18 candidatos inscritos en busca de una curul de paz. Estos son los números que competen al panorama electoral de esta Circunscripción Transitoria Especial de Paz número 1. Según datos de la Dirección de Asuntos Indígenas ROM y Minorías, del Ministerio del Interior, es la zona en la que más personas habitan en resguardos indígenas (138.604, en 45 resguardos), distribuidos en 15 municipios de la circunscripción. Estos datos hacen muy relevante a la región en el marco de estas elecciones, dado que muchas organizaciones de base podían presentar a sus candidatos. Sin embargo, otras cifras del territorio inciden y preocupan de cara a las votaciones que se harán el 13 de marzo.
Hoy en día, sin embargo, no hay garantías de que el proceso de votación pueda celebrarse correctamente. Según la Misión de Observación Electoral (MOE), nueve municipios de la circunscripción tienen déficit de cedulación, razón por la cual es posible que muchos habitantes habilitados se queden sin votar. Pero, sin duda, la mayor amenaza que enfrenta la región a pocas semanas de los comicios es la situación de orden público. Para junio de 2021, la MOE había reportado 282 afectaciones de violencia política, social y comunal, el número más alto entre todas las circunscripciones.
Entre enero y junio de 2021, en este territorio tuvieron lugar 21 amenazas, ocho asesinatos, un atentado y un secuestro. De enero de 2018 a junio de 2021 fue la segunda circunscripción en la que más acciones armadas ocurrieron (308), siendo los presuntos responsables las disidencias de la Farc, el Eln y distintos Grupos Armados Organizados (Gao). En 2021, el Valle del Cauca contó 19 homicidios de líderes sociales, un aumento del 47 % frente al 2020, año en el que se registraron 10 casos.
El departamento de Cauca, donde se concentran 17 de los 24 municipios de la circunscripción, es el más afectado en términos de violencia. Allí, según Indepaz, del primero de enero al 5 de febrero de 2022 fueron asesinados 6 líderes sociales y se perpetraron cuatro masacres, para un total de 19 homicidios. Además, se registraron en el Departamento: tres secuestros, dos hechos de desplazamiento forzado y una explosión de mina antipersonal.
A esta situación, que es de vieja data como se evidencia en las masacres cometidas por todos los actores armados entre 1984 y 2013, se suma la extensión de coca sembrada en el territorio y las rutas del narcotráfico. Todo hace presa a esta región de una nueva ola de violencia, engendrada tras el abandono del territorio por las extintas Farc.
Argelia fue la tercera ciudad con más líderes sociales asesinados en 2021, además de ser epicentro de una crisis humanitaria. Caloto fue escenario de desplazamientos forzados en 2021 y, entre 2016 y 2021, se ubicó como el segundo municipio con más homicidios entre los 167 que integran el total de las circunscripciones especiales de paz, según la (MOE).
Otros reparos
Finalmente, al revisar las características de los postulados a ocupar la curul de esta circunscripción, cabe citar la alerta publicada en agosto de 2021 por la MOE: “Hay que tener en cuenta el riesgo de que se use a estas organizaciones como fachada para avalar a candidatos que no representan realmente los intereses de estas comunidades”.
Tras la revisión que adelantó la Procuraduría General de la Nación sobre los antecedentes disciplinarios de los candidatos encontró que Luz Mary Taquinás Medina estaba inhabilitada, por haber sido condenada por la justicia. Con la hoy excandidata de la circunscripción (que hizo propaganda por el Partido de la U en las pasadas elecciones a Consejos Municipales de Juventud) fuera de contienda restan en contienda 17 candidatos.
Driseida Obando, una de las postuladas, tendría el apoyo de estructuras electorales de la política tradicional, según publicó La Silla Vacía. Intentamos contactarla para consultarle sobre este señalamiento, pero no fue posible obtener respuesta. Otros dos candidatos tienen cercanía con el Partido de la U, que en 2018 obtuvo la segunda mayor votación para la Cámara de Representantes en Cauca y el Valle, así como la tercera mayor en Nariño. Se trata de los dos avalados por la Asociación Proteger: Ana Libia Guetio Casso y César Augusto Gutiérrez Bravo.
En su canal de Youtube, donde sube videos de su labor comunitaria, Ana Libia Guetio tiene como imagen de perfil una foto en la que está abrazada con Dilian Francisca Toro, presidenta del Partido de la U. Al consultarle al respecto, la candidata descartó cualquier relación con la exgobernadora y contestó: “esa foto es muy antigua, [de] una capacitación que recibí por la Gobernación del Cauca, y ella estaba entregando los diplomas”. Anexó además una foto del mentado diploma.
César Gutiérrez, por su parte, es hijo de un exalcalde y exconcejal, como lo expuso en su carta de intención redactada cuando se postuló en 2015 a la Asamblea Departamental del Cauca por el Partido de la U. En esa elección fue el quinto candidato más votado de una lista de 13, sumando 5255 votos que, sin embargo, no le alcanzaron para llegar a la Corporación.
Dado que su candidatura se adelantó hace ocho años, no está inhabilitado, en tanto el acto legislativo que regula las Circunscripciones Especiales de Paz contempla que pueden participar quienes no se hayan presentado a elecciones por un partido con representación en el Congreso en un plazo menor a cinco años.
A través de un correo, el candidato Gutiérrez afirmó: “El derecho a elegir y ser elegido amparado en nuestra Constitución Política no debe ser cuestionable en una democracia […] Yo renuncié al Partido de la U hace algunos años”.
Otro es el caso de la candidatura de Carlos Mauricio Mosquera Miranda, quien aspira a la curul y a quien le enrostran su cercanía con el partido Alianza Verde, tras ser Secretario de Despacho de la actual Alcaldía de Argelia. Hoy busca ser representante a la Cámara como vocero de las víctimas de la circunscripción. Al consultarle por este asunto, contestó: “mi designación como secretario se debió a mi experiencia y a temas sociales, más no por corrientes de tipo político, dado que nunca he hecho parte, ni he tenido cercanía alguna, a ningún partido o movimiento político”.
La campaña está en marcha y, fuera de los riesgos asociados al conflicto y las intenciones de los grupos políticos tradicionales por cooptar la curul de paz, la falta de pedagogía al electorado y de recursos para los líderes que realmente desean trabajar por las víctimas harán de esta circunscripción una de las regiones con un complejo panorama electoral.