En medio de la crisis que generó la pandemia de COVID-19, estas historias evidencian fragilidades del sistema, como la precarización laboral que enfrenta el personal médico, las deficiencias de la atención en las prisiones o las fallas en los esquemas de prevención.
Algunas investigaciones revelan datos sobre corrupción y muestran cómo esta afecta al personal sanitario que enfrenta la emergencia sin tener las condiciones mínimas de seguridad. También dan cuenta de la falta de garantías que ha traído la tercerización laboral en departamentos como Valle del Cauca, Caldas y Huila. Son fenómenos que vienen de años atrás, pero cuyos efectos se exacerbaron con la llegada del virus.
En el Amazonas, una de las investigaciones se enfoca en problemas de salud preexistentes en la población que se agudizaron durante la pandemia por la ausencia de medidas de prevención.
Otra, realizada en Caldas, muestra cómo la confluencia de la crisis carcelaria y la pandemia ha tenido graves consecuencias en el país. Años de hacinamiento y sobrecupo provocaron focos de contagio generalizado en las prisiones del país, en donde los índices de infección y muerte por el virus sobrepasaron la media.
Finalmente, y sin relación directa con la pandemia, una investigación en el departamento de Boyacá demuestra cómo las aguas residuales de la represa de La Playa afectan a la población aledaña, porque la contaminación de la represa llega a sus cultivos e impacta la salud y el bienestar de sus pobladores.
Este especial no pretende ser una radiografía de todos los problemas que aquejan a la salud en Colombia, pero a través del periodismo busca sacar la discusión de los foros técnicos, políticos y académicos para centrarse en gente que además de enfermarse padece los males de un sistema que muchas veces los deja de lado.