El Camino del Agua tiene tres paradas: La Reserva Forestal Río Blanco, la quebrada Manizales y la Olivares. En estos tres puntos se desarrolla un especial multimedia que busca entender los problemas, riesgos y posibles soluciones de la contaminación de estos tres ríos.
El proyecto se desarrolló como un trabajo en clase: durante tres meses, 14 estudiantes de la Escuela de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales trabajaron para crear tres grandes relatos, con recursos multimedia, sobre La Reserva Forestal Río Blanco, la quebrada Manizales y la Olivares.
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Cada investigación cuenta cómo es ir a estos lugares. En recursos narrativos, describe cada experiencia; a través de las voces de la comunidad, da a conocer los riesgos de estos afluentes; y desde la opinión de expertos, comparte las soluciones a la contaminación de estas aguas.
Hablamos con dos de los periodistas de esta investigación y nos contaron cómo fue hacer la reportería, el trabajo colectivo y el montaje de ‘El Camino del Agua’:
CdR: ¿Por qué decidieron realizar la investigación El Camino del Agua?
Santiago Zapata: La investigación surge a partir de un ejercicio académico en el taller de Prensa de la Escuela de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales. Consistía en realizar un reportaje multimedia sobre diferentes temas de ciudad. A través de un consejo de redacción con nuestro editor, el profesor y #AsociadoCdR Carlos Urrego, definimos entre todos los temas de nuestro interés, que tuvieran relevancia e impacto en el municipio. Resultaron, para esta investigación, temas sobre la quebrada Olivares, la quebrada Manizales y la reserva Río Blanco.
CdR: Son cerca de 14 periodistas los que realizaron esta investigación ¿Cómo se dividieron el trabajo?, y ¿cómo fue hacer la reportería?
SZ: La investigación, como ya lo mencioné, se dividió en tres grandes temas, de los cuales se responsabilizaron tres grupos diferentes de cinco personas. En mi caso, estuve a cargo del tema de la quebrada Olivares y, junto a mis compañeros, dediqué un tiempo inicial de documentación de antecedentes y actualidad de la quebrada, posteriormente realizamos la reportería gráfica de manera presencial en diferentes puntos neurálgicos de la ciudad por donde pasa su cauce y realizamos entrevistas a areneros, mineros y vecinos del sector. Luego realizamos el proceso de contactar a las fuentes oficiales encargadas del estado de la quebrada. Y finalmente, nos encargamos de un meticuloso proceso de estructuración, redacción y realización del texto, y las diferentes piezas del contenido multimediático.
CdR: ¿Por qué decidieron desarrollar la investigación en torno a esos tres lugares específicamente?
SZ: Los tres lugares se escogieron debido a su importancia en el componente ambiental de Manizales y los problemas a los que históricamente se han visto expuestos. La Reserva Río Blanco se constituye como el principal bastión ambiental y ecológico de la ciudad; de esta nace la quebrada Olivares, que ha representado un porcentaje histórico elevado de abastecimiento hídrico e hidroeléctrico para la parte norte de la ciudad. Por otro lado está la quebrada Manizales, que atraviesa el sur de la ciudad y abastece al sector industrial, del cual ha recibido altos niveles de contaminación. De hecho, uno de los principales proyectos que tiene planeados la administración municipal es la puesta en funcionamiento de una planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) que ayude a mitigar el impacto ambiental de la contaminación en las aguas de las quebradas, que desembocan en el río Chinchiná y este, a su vez, desemboca en el Cauca.
CdR: Háblanos un poco de la parte de la investigación de la que estuviste a cargo. ¿Cuáles fueron los retos para escribir esa parte de la historia?
SZ: Los principales desafíos a los que nos enfrentamos mis compañeros y yo para desarrollar el reportaje de la quebrada Olivares fue obtener las respuestas de los representantes de las entidades oficiales de la ciudad encargadas del mantenimiento y buen estado de las quebradas. Estas empresas, en la realidad, han abandonado sus responsabilidades y han permitido el incremento de los niveles de contaminación de sus aguas, que a la larga causan un impacto ambiental mayor en toda la ciudad. Debido a que saben que este tema es «espinoso», los encargados fueron reacios a responder. Cuando lo hicieron, nos dieron información general, incoherente o desprendida de sus responsabilidades para echarle la culpa a otros.
Esperamos que este tipo de ejercicios periodísticos e investigativos contribuyan al mejoramiento de los temas problemáticos de ciudad que nos competen y afectan a todos.
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CdR: ¿Cuál fue el motivo para que el especial fuera multimedia? ¿Qué retos tuvieron que asumir frente a esto?
Mariana Corredor: Para el reportaje realizamos una investigación profunda y exhaustiva, y algo más que un texto queríamos utilizar herramientas digitales para poder llegar al espectador de una forma detallada y clara sobre la problemática que estaba ocurriendo con nuestras aguas. Entonces, por eso decidimos usar otros recursos como las fotografías, videos, ilustraciones y gráficos porque creímos que esto generaría un mayor entendimiento sobre la problemática que se está dando.
Uno de los mayores retos que tuvimos en el reportaje multimedia fueron las respuestas por parte de las entidades gubernamentales, frente a la problemática de las aguas. Las entiendades no querían responder porque sabían que nosotros ya habíamos visto cómo era la situación. Descubrimos que no se estaba haciendo mucho por esta problemática, y que si en algún momento existió un plan de acción, ya se había parado, no se había continuado y además iba en aumento. Sin embargo, insistimos y logramos dar buenos resultados.
CdR: ¿Cómo fue el apoyo que recibieron por parte del editor del especial? Descríbenos cómo fue ese trabajo colaborativo. MC: Creo que tuvimos un gran apoyo por parte de nuestro editor, Carlos Urrego, ya que siempre estuvo pendiente de cada uno de los componentes y productos audiovisuales que estábamos montando. Todo el tiempo habían consejos frente a qué pulir, qué mejorar o qué agregar y esto se vio en la versión final del producto, un trabajo del cual estamos orgullosos y del que destacamos un buen montaje, ensamble y narración visual.
Este trabajo colaborativo fue la suma de muchos esfuerzos y talentos que lograron fusionarse y entenderse para alcanzar un mismo fin. Conformar un buen equipo de trabajo y la excelente gestión que se hizo en el proyecto se visualizó en el reportaje multimedia.
CdR: Háblanos un poco de la parte de la investigación de la que estuviste a cargo. ¿Cuáles fueron los retos para escribir esa parte de la historia?
MC: Estuve a cargo del trabajo que habla sobre la quebrada Manizales y recuerdo muy bien que cuando fuimos a hacer el monitoreo de la problemática que estaba ocurriendo allí nos dimos cuenta había una nueva fuente de residuos tóxicos que estaba recibiendo la cuenca, por parte de la construcción del puente vía al Sena en Maltería. Entonces esto era un problemática mayor de la que no habíamos investigado antes.
En la reportería también vimos cómo era la situación que tenían que vivir los habitantes de un barrio cercano por los olores que se producían debido a la contaminación. Estos fueron detalles y componentes claves que descubrimos en reportería y que nos ayudaron a desarrollar la investigación, plantear posibles soluciones y poder avanzar, informativamente, con el tema de la planta de tratamiento hablando con las entidades encargadas.
¿Quieres conocer más sobre esta investigación? Lee acá el reportaje multimedia El Camino del Agua.