Nuestro #AsociadoCdR retrató la vida y obra de Nubia Muñoz, científica colombiana. Investigó en más de 35 países la relación entre el virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer. Lo ha hecho por más de 30 años. Sus artículos han sido citados más de 2.000 veces por investigadores en revistas indexadas. Por eso en su hoja de vida hay cuatro páginas de premios y reconocimientos, incluido el recientemente entregado Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento. Nubia Muñoz habla con fluidez de su trabajo, aunque es mucho más reservada con su vida personal. Quienes la conocen aseguran que es cariñosa, una adicta a la ciencia y aún más a su familia. No es muy alta y su cabello casi siempre va hacia su derecha; parece delicada, pero ha caminado desiertos, coordinado grupos gigantes de investigadores, y enfrentado, de manera sutil, diplomática y contundente, a políticos y científicos
¿Qué te impulsó a escribir sobre Nubia Muñoz y sus múltiples investigaciones a lo largo de más de 30 años sobre un problema de salud tan relevante como el cáncer?
Este artículo nació de una idea de Ángela Posada, nuestra editora invitada. Ella decidió invitar a otros 5 periodistas científicos de Colombia para que contaran, con ella, 6 historias de mujeres científicas colombianas, entre ellas se decidió Nubia Muñoz. Este fue un ejercicio muy interesante porque logramos mostrar a 6 grandiosas mujeres que han hecho cosas muy importante en el mundo científico pero también para dejar en alto a Colombia.
Nubia tiene una historia increíble: una mujer colombiana pobre que nació en una casa humilde, pero a través de su conocimiento rompió todos los obstáculos y que ha entregado su vida a salvar la vida de otras mujeres. Su historia es muy interesante porque logra mostrar la realidad de una investigadora. Nubia es una mujer que ha estado en desiertos, en China, en casi todos los continentes del mundo tratando de responder una pregunta y que ha tenido que pelear con diplomáticos, con científicos, con el machismo, etc. A mí me impulsó a escribir de ella y es su descubrimiento al confirmar la relación directa que tiene el cáncer de cervix con el virus de papiloma humano y eso es algo que nadie había hecho, por eso fue nominada al Premio Nobel de medicina. Es importante porque en Colombia no hablamos de ese tipo de personas, personas que hacen cosas muy importantes pero en silencio. Nos pareció muy importante resaltar el trabajo de Nubia Muñoz.
Nubia Muñoz con sus sobrinos hace unos 45 años.
Jaime Muñoz era vaquero, les manejaba el ganado a algunos ricos. Murió de difteria cuando Nubia tenía solo cinco años. A ella le quedó grabado en la memoria que cada semana, cuando Jaime llegaba a caballo luego de trabajar, salía a recibirlo a la calle y él la tomaba de la mano y la montaba a la silla. Después de la muerte del padre, Nubia, su madre y sus cuatro hermanos tuvieron que salir del barrio Los Libertadores, en Cali, donde jugaban a elevar cometas en las calles sin pavimentar.
Ella recuerda con cariño a sus maestras de primaria y dice que disfrutaba de todas las materias. Era una niña en extremo juiciosa que se convirtió en la mano derecha de su madre. “Yo creo que ella me vacunó contra la religión porque me obligaba a ir a todas las iglesias y misas”. La recuerda como una mujer buena, humilde, calurosa pero fanática del catolicismo, seguramente como forma de escapar de la pobreza y la soledad. Ahora Nubia se reconoce como agnóstica; incluso, cree que “las iglesias y las religiones, en general, hacen más daño que bien”.
Mientras una o dos veces por semana su mamá lavaba la ropa de las primas ricas, sus hermanos mayores, Ovidio Carlos, los hombres de la casa que habían terminado el bachillerato, empezaron a trabajar para sostener a la familia. “Desde que llegaron a Cali fue una lucha, ellos vivían del campo y acá trabajaron en lo que podían”, cuenta Fernando Muñoz, uno de los hijos de Ovidio. “Una vez mi papá le pidió a su jefe una carta para que tuvieran en cuenta a Nubia en el Liceo Departamental, donde ella cursó el bachillerato. Él se mantenía orgulloso por eso”.
¿Cuál fue tu intención al retratar tan detalladamente la vida personal de Nubia en tu artículo?
La intención de retratar así la vida de Nubia era la intención editorial de la Revista. La vida de Nubia es una historia muy llamativa porque es una mujer que a través del conocimiento luchó por salir adelante y lo que ha hecho es darle amor a su familia, darle amor a su país. Incluso en un país donde ha encontrado a sus mayores contradictores, es lo más curioso, mientras ella es reconocida internacionalmente, en Colombia tiene grandes contradictores. Lo que buscamos es visibilizar el trabajo de una científica, la vida de una científica está muy lejana a los prejuicios que tenemos como sociedad. Tratamos de contar las vicisitudes, los retos, los obstáculos, los logros que tiene la vida entregada a la ciencia.
Así eran las salas de endoscopia en Irán. Encontraron que el consumo de alquitrán y el opio tiene relación con el cáncer de esófago.
Durante sus estudios sobre cáncer cervical, encontró que en Brasil había un alto número de verrugas genitales, conocidas como condilomas gigantes, las cuales se sabía que eran causadas por el virus del papiloma humano. El cáncer de cuello uterino era también de una gran incidencia en ese país. En Cali pasaba lo mismo. La duda la asaltó, ¿era posible que ese virus tuviera relación directa con el cáncer? Empezó a responder sus inquietudes con investigaciones en algunas ciudades brasileñas; luego en Colombia y en España, donde realizó los primeros estudios de casos y controles, extendidos después a otros países en América Latina, Asia y África, para recoger muestras de cáncer de útero y realizar cuestionarios en los que preguntaba acerca de la vida sexual. Poco a poco fue entendiendo que el comportamiento humano, la forma en la que nos relacionamos y tenemos sexo, tiene que ver con esta enfermedad.
Así, para la década de los noventa, Nubia Muñoz se había convertido en autoridad mundial en VPH, y entonces fue nominada al Premio Nobel de Medicina en 2008, junto con el alemán Harald zur Hausen. “Nos pareció muy lógico porque sus trabajos se complementan: él descubrió el virus (Zur Hausen) y ella la evidencia de que el virus es la causa de ese tipo de cáncer. Por eso hicimos la doble nominación”, explica Eduardo Franco, quien lideró el proceso de nominación con la Asociación Internacional de Epidemiología.
Al final hubo cuatro nominados, incluyendo a dos franceses por el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), y tres ganadores. Nubia no obtuvo el Nobel. Hubo discusiones acerca de por qué la epidemiología nunca había obtenido el premio, incluso en esta ocasión, cuando el trabajo de la doctora Muñoz fue prueba irrefutable de la causa de un tipo de cáncer. Pero esto nunca le ha quitado el sueño. Asegura que sabía que las posibilidades eran remotas, que un país como Colombia no tenía la visibilidad necesaria. Para ella, su nominación al Nobel es una anécdota más.
El presidente Juan Manuel Santos le entregó la cruz de Boyacá a Nubia por sus aportes a la ciencia y a la salud de las mujeres.
¿Cómo ves el panorama del periodismo científico en Colombia?
El panorama del periodismo científico en Colombia está pasando por la misma transición de los medios y los demás tipos de periodismo. El periodismo científico tiene un mercado muy distinto a los demás por el conocimiento tan específico que muy pocos estamos metidos en ese tema. Especializarse o conocer sobre ciencia y tecnología en un país que hasta ahora se está dando cuenta de las posibilidades que conlleva, nos da la posibilidad a los comunicadores y periodista de tener mejores oportunidades laborales y mejores opciones. El panorama va creciendo, hay grandes iniciativas como Shock de ciencia, café pa´ sumercé, la revista Eureka de la universidad de Manizales, Intelecta de la universidad del Norte, Pesquisa en la Javeriana, Sumamente que era un ejercicio de la revista Semana con Colciencias. Aunque ya tenemos youtubers y podcast sobre ciencia, nos hace falta mucho en radio y televisión.
¿Qué otras historias de carácter científico tienes en mente?
El próximo lunes 23 de septiembre sale la 4 edición de Eureka. Ahí hice un artículo sobre resistencia a los antibióticos, este es un tema silencioso pero muy importante porque los antibióticos cada vez están haciendo menos efecto. En Manizales hay varias universidades que están haciendo ejercicios investigativos muy interesantes para entender nuestros perfiles de resistencia, el fin es poder tomar mejores decisiones terapéuticas.
- Te podría interesar #AsociadosCdR participaron en foro sobre comunicación, corrupción y ética
¿Consideras que hace falta más historias como la tuya de personajes tan importantes pero poco reconocidos por los colombianos como Nubia Muñoz?
Hacen falta más historias como la mía pero hacen más falta iniciativas como la del boletín. Llamar a 6 periodistas de varias partes del país fue un ejercicio muy interesante porque todos teníamos diferentes miradas. Está muy bien que tengamos héroes como James, Falcao, Carlos Vives pero también tenemos héroes como Rodolfo Llinas, Nubia Muñoz, Sara Victoria Alvarado que han hecho grandes cosas en el mundo, grandes cambios en la vida de las personas y creo que tenemos que visibilizar eso mucho más.