La guía es el resultado de una invitación que hizo la SIP a los medios de comunicación para establecer guías y protocolos a la hora de cubrir tragedias. Así mismo, la iniciativa nace del deber que tienen los periodistas de estar preparado para actuar con ética y responsabilidad durante este tipo cubrimientos. Fue así como Consejo de Redacción, con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer Stiftung (KAS), y de la Universidad Javeriana, se propusieron crear este manual, que busca brindar a periodistas, medios comunicación y organizaciones que promueven el periodismo a que se interesen por este tipo de eventualidades.
¡A prepararse, periodistas!
Los retos que tiene el periodismo ante las constantes catástrofes que ocurren en el país son innumerables, pero los más importantes tienen que ver la preparación, la ética y el seguimiento de los dineros destinados para atender emergencias. En este orden de ideas, los autores de Pistas para narrar emergencias. Periodistas que informan en zonas de desastres, han plasmado en este documento vivencias e investigaciones que ponen a prueba su convicción al ejercer este oficio. “El periodista, en una catástrofe, está para auxiliar con su información a la población. Es el más apremiante criterio ético del momento”, Javier Darío Restrepo, uno de sus aporte escritos en la guía.
Además, han consignado en las páginas de este documento los pasos que se deben seguir frente a una emergencia, algunas herramientas jurídicas y digitales útiles para cubrir o hacer seguimiento y varias reflexiones sobre cómo se deben preparar los periodistas para garantizar una circulación de información clara, oportuna y veraz. Tal como lo afirma Germán García, coautor de la guía “El trabajo de campo genera muchos retos y estos a su vez exigen que tanto el periodista como los medios de comunicación se preparen adecuadamente para asumirlos y enfrentarlos con acierto y profesionalismo”.
Son muchos los ejemplos de catástrofes que han golpeado las regiones colombianas y que evidencian la importancia de estar preparados, de reconocer la responsabilidad de informar con profesionalismo, la cual va desde la ética hasta el seguimiento de lo que sucede después de la emergencia.
La invitación es a que se den el tiempo de leer la guía y la conviertan en un instrumento esencial de sus investigaciones periodísticas, con la intención no solo de cubrir estos hechos sino que también de buscar desde el quehacer periodístico la manera de prevenirlos.
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