Al contrario de lo que muchos piensan, la migración pendular siempre ha existido en el llano colombo-venezolano, porque muchas personas se han desplazado de un país a otro sin necesidad de cambiar de residencia. Esto ha permitido un intercambio cultural permanente en una región donde sus habitantes no distinguen nacionalidades, sobre todo en lo relacionado con la música llanera. El joropo se vive igual en ambos países, se enriquece en sus instrumentos y en sus composiciones.
Los festivales de música llanera se realizan permanentemente y siempre son internacionales, porque hay participantes de los distintos estados y departamentos llaneros. Allí no hay discriminación ni xenofobia, solo la integración de dos países, unidos por su música.
Conoce la historia en el siguiente documental audiovisual: