En la frontera entre Colombia y Venezuela, por el municipio de Villa del Rosario (Norte de Santander), existe un barrio que se conecta con varios de los pasos ilegales que facilitan el flujo de migrantes: La Parada. Este espacio, en los últimos años, se ha convertido en tierra de nadie. Grupos armados al margen de la ley como el ELN o el Tren de Aragua ejercen dominio y se disputan el control del territorio, dejando a la población civil a merced de sus armas y reglas.
Los delitos que se cometen en esta zona se cuentan con todos los dedos. Desapariciones forzadas, asesinatos selectivos, masacres… Las mujeres enfrentan, además, otro espinoso camino: el de la prostitución. Cilia y María*, quienes aceptaron protagonizar este reportaje gráfico bajo la condición del anonimato, son prueba de ello. Prueba de lo que pasa cuando las organizaciones armadas ilegales deciden la suerte de los habitantes.
*Nombres modificados por seguridad de las mujeres.
Nombre (ficticio): María
Edad: 21 años
Nacionalidad: venezolana
Tiempo en Colombia: desde 2020