Los otros rostros de los mercados COVID-19 en el Caribe
Durante el primer año de pandemia, las gobernaciones y alcaldías capitales del Caribe invirtieron más de 100 mil millones de pesos en alimentos para intentar mitigar el hambre, que aumentó con la llegada del coronavirus. Esas compras convirtieron a cinco privados en megacontratistas de la emergencia sanitaria en esta región.
El hambre que la pandemia caldeó
Uno de los problemas históricos del Caribe, agudizado por el coronavirus, es la pobreza. Cientos de familias han visto disminuir los alimentos de su mesa, al no poder salir a la calle a conseguir su sustento diario o haber perdido sus empleos. Aquí una fotografía del desafío mayúsculo de esta región en tiempos de pandemia.
Ventiladores inútiles para COVID-19 y $720 millones mal invertidos: así se equivocó Caldas en la pandemia
Al inicio de la pandemia, la Territorial de Salud de Caldas firmó un contrato por 721 140 000 de pesos para rentar 10 ventiladores, 20 camas y 20 monitores. Con la mitad de ese presupuesto habría podido comprar los dos últimos y rentar los primeros. Para rematar, los ventiladores eran inútiles para atender pacientes COVID-19.
Tres municipios PDET entre la pandemia y las amenazas de corrupción
La llegada de la COVID-19 agudizó la situación crítica de los municipios del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que ya vivían su propia pandemia de violencia y abandono estatal. A la crisis de salud se suma que los riesgos de corrupción aumentaron por cuenta de la mayor flexibilidad en la contratación. ¿Qué tan grave es el problema?
Tras la pista de los dineros del COVID-19
Consejo de Redacción (CdR) publica este especial de cinco investigaciones sobre casos de corrupción y malos manejos de recursos públicos durante la pandemia por COVID-19 en varias regiones de Colombia ¿Qué pasó con los dineros del COVID-19 durante un año de pandemia?
La vejez no soñada de un migrante
Migrar es una decisión que requiere valor, el valor de sortear lo desconocido. Hacerlo después de los sesenta años, debido al desabastecimiento de alimentos de la canasta básica, a que no se cuenta con los tratamientos de salud y menos con medicinas, y por reencontrarse con los seres queridos que partieron por la crisis económica, pone al descubierto la realidad de las personas mayores venezolanas.
De Mozart a Diomedes Díaz: el director de orquestas venezolano que sueña con revolucionar el vallenato en Colombia
El músico Antonio Giménez sueña con universalizar el vallenato fusionándolo con los sonidos de la música clásica que ha estudiado por años. Sus arreglos para piano de piezas tradicionales del repertorio colombiano dan cuenta del nivel que un grupo de músicos e investigadores quieren otorgarle a la música que mayor identidad brinda al país.
Empezar de nuevo en medio de un conflicto ajeno
Miles de mujeres migrantes y retornadas en la región colombiana del Catatumbo se han sobrepuesto a la discriminación y confirman con su trabajo cotidiano el aporte que pueden dar a las comunidades. Ellas comparten otras miradas de una región estigmatizada por la violencia, y hacen visibles situaciones que han escapado de la política de atención establecida en Colombia. La periodista Tatiana Olejua Lozada habló con algunas de ellas.
Río Arauca: las dos orillas de la migración colombo-venezolana
El río Arauca es uno de los epicentros de la migración venezolana a Colombia. Ya sea de manera permanente o de manera pendular, miles de personas cruzan estas aguas que unen y dividen a los dos países. El periodista William Wielman le siguió el paso a dos venezolanos que se asentaron en cada una de las orillas.
Las otras caras de la migración en Colombia
Un director de orquestas venezolano que quiere universalizar el vallenato con sus estudiantes de La Guajira, una emprendedora que atraviesa diariamente el río Arauca para abastecer el restaurante en el que alimenta a las personas que migran hacia Colombia y las lideresas de un asentamiento en Tibú que fundaron una organización para ayudar a mujeres retornadas son algunos de los protagonistas de este especial periodístico que narra las otras caras de la migración en nuestro país.
El silencio del mar
El 17 de agosto de 2020, tres pescadores del río Naya salieron de faena por el Pacífico colombiano. Luego de aquel día nadie los volvió a ver. Su caso se suma a la lista de cientos de personas desaparecidas que viven en una región sumida en el conflicto ocasionado por diferentes actores armados y que al mismo tiempo es una de las rutas más importantes del narcotráfico.
Desaparecer la diferencia
Mama Mía era una mujer transgénero a quien desaparecieron de manera forzada en Puerto Boyacá y a la que luego desmembraron para arrojar sus restos al río Magdalena.
A Héctor quisieron raptarlo en más de una ocasión por su orientación sexual; sin embargo, su familia lo impidió. En 1998, desaparecieron a su hermano en Dabeiba, Antioquia, por protegerlo. Desde entonces, su familia no ha dejado de buscarlo. La desaparición forzada fue uno de los métodos violentos que usaron los actores armados para invisibilizar y eliminar las orientaciones sexuales y las expresiones de género diversas de las personas LGBTI en medio del conflicto.