En el contexto de la expansión de las áreas de influencia de China y el papel cada vez más preponderante del país asiático como líder mundial, América Latina se ha convertido en uno de los destinos más atractivos en términos económicos. Las inversiones chinas en el subcontinente incluyen proyectos de infraestructura, energéticos y extractivistas desarrollados por empresas o consorcios con un fuerte apoyo estatal que limita las posibilidades de competencia y regulación local.
Consejo de Redacción, con el apoyo de las organizaciones Ambiente y Sociedad, Fundeps y Derecho Ambiente y Recursos Naturales, coordinó tres investigaciones en Colombia, Perú y Argentina que muestran cómo la influencia económica china en América Latina ha contribuido a la reactivación económica –sobre todo después de la crisis provocada por la pandemia de covid-19–, pero también ha generado dinámicas nocivas ante la pasividad de los gobiernos nacionales.