En uno de cada dos episodios de violencia contra defensores de bosques, aguas y tierras en América Latina, éstos habían previamente denunciado su riesgo a las autoridades, y sin embargo, no actuaron a tiempo.
Ni siquiera cuando la Corte y la Comisión Interamericanas de Derechos Humanos sugirieron, insistieron y les enviaron reprimendas a los gobiernos para protegerlos, no se evitaron los asesinatos. En el último año, diez países latinoamericanos perdieron a 49 líderes ambientalistas y hoy, permiten que la intimidación siga.
El 25 de febrero de 2019, José Salomón Matute, de 73 años, y su hijo Juan Samael, de 29 años, salieron temprano de su comunidad de San Francisco de Locomapa, en el norte de Honduras, para trabajar en su cultivo de fríjoles. Dos desconocidos los abordaron en el camino y les dispararon. Murieron ese mismo día.
“Muchos nos han dicho que con publicaciones como Tierra de Resistentes nos hemos expuesto más como líderes. Sin embargo, a veces lo que buscamos, en realidad, es que desde el exterior nos protejan, ya que en el país no lo han hecho”, aseguró Felipe Henao, líder ambiental, en el #FacebookLive Tierra De Resistentes de Consejo de Redacción.
En el día del Medioambiente realizamos el Facebook Live #TierraDeResistentes para hablar sobre el especial.
Este líder se ha dedicado a dirigir un proyecto de comunicación y educación ambiental en el tercer departamento más deforestado del país: el Guaviare. Por ejercer este liderazgo, su vida peligra, y hoy hace parte de uno de los 2.370 episodios de violencia, en diez países, que se registran en Tierra De Resistentes.
Henao describe su trabajo en una frase corta: «Somos guardianes de Chiribiquete, jóvenes del territorio, conservando la biodiversidad para los niños de nuestra región. Un territorio que tiene gran importancia para el mundo».
Meses después de la publicación del especial, Henao asegura que siguen recibiendo seguimiento de los periodista: “Más allá del trabajo que se hizo en campo, hemos estado acompañados y, hasta hoy, he seguido en contacto con los periodistas de CdR. Nosotros no podemos ‘dar papaya’: todo aquel que nos mire más de lo normal, para nosostros es considerado un riesgo, y estamos en peligro porque el tema ambiental no solo le molesta al que hace daño, sino también a las multinacionales y al Gobierno”.
Berta Cáceres, una reconocida líder lenca de Honduras, quien cofundó y luego dirigió el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), fue asesinada el 3 de marzo de 2016 por desconocidos que entraron a su casa en La Esperanza, en el suroccidente del país. Por esa labor recibió en 2015 el Premio Ambiental Goldman.
Los resultados de Tierra de Resistentes arrojaron que del total de casos, 2.136 de ellos son contra líderes y 234 contra comunidades u organizaciones que defienden el medio ambiente o el territorio. En al menos 1.327 de esos casos (o 56% del total documentado), las propias víctimas, las comunidades a las que pertenecen o las organizaciones que trabajan con ellos, hicieron denuncias de los ataques ante las autoridades.
Víctimas, comunidades y sus organizaciones presentaron sus casos ante instituciones nacionales como fiscalías de derechos humanos, defensorías del pueblo o la fuerza pública, pero también ante organismos internacionales como la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.
49 defensores ambientales y de tierras han sido asesinados en la decena de países que se analizaron en Tierra de Resistentes.
Lisa Lynn Henrito Percy, es guardiana del pueblo pemón en Venezuela. Ha sido acusada de secesionista y traidora a la patria por el alto mando militar venezolano lo que activó una acción urgente de Amnistía Internacional. En un contexto de liderazgo predominantemente masculino, la dirigente se destaca por la singularidad de ser mujer indígena en una región amenazada por la minería y el contrabando y por su tenacidad en la defensa de la tierra y la autodeterminación de su pueblo.
“Yo lucho por un territorio y lo hago desde ese territorio. He sido muy criticada por el Gobierno y algunos amigos me han dicho: con las publicaciones en las que has salido, te has visibilizado, ahora sí te van a perseguir”, dijo Lisa Lynn Henrito a Consejo de Redacción en el Facebook Live realizado en la celebración del día del Medioambiente.
Aseguró que los líderes llevan mucho tiempo hablando del tema, solo que sus voces no han sido escuchadas: “Ya hemos mejorado en el impacto y es por publicaciones y trabajos periodísticos como Tierra de Resistentes. Si bien es cierto que con la publicación de estos temas no todo el mundo va a estar contento, no se puede negar que generan impacto y una reacción frente al tema”.
La responsabilidad del periodismo va más allá de la publicación y el poder que se tiene en la decisión de poner un tema en la agenda, puede generar grandes cambios en las comunidades que protegen no solo al medio ambiente, sino también su cultura.
Isidro Baldenegro, otro conocido líder rarámuri de la Sierra Tarahumara también lo asesinaron en el norte de México. Él había liderado varias caravanas indígenas para exigir a las autoridades que detuvieran la tala ilegal de árboles en su comunidad de Coloradas de la Virgen. Había ganado el Premio Goldman, el más prestigioso para defensores ambientales en el mundo, en 2005.
Hablamos también con Darlis Rojas Parra, lideresa del resguardo indígena Zenú, en el sur del departamento de Córdoba, sobre el impacto, que meses después, ha traído la publicación de Tierra de Resistentes a su lucha por proteger, hasta con su vida, el medio ambiente.
¿Por qué es importante que los temas ambientales sean tenidos en cuenta por los periodistas?
El tema ambiental es uno de los temas que nos tocan como comunidades étnicas. Ustedes los periodistas hacen visible nuestra lucha y por eso es importante que el periodismo se enfoque en la parte ambiental porque, de hecho, ahora mismo, los problemas que se están viendo a nivel mundial, son los del impacto negativo hacia el ambiente.
¿Cómo ha sido la relación con los periodistas que han intentado cubrir la problemática en tu región?
Con algunos he tenido una relación cercana, con otros no. La corrupción ha permeado todos los campos y son muy poquitos los buenos trabajos que se están haciendo. A nuestra comunidad han traído periodistas de muchas partes, y hasta la fecha, no he visto ninguna de esas notas.
Yo siento que el reportaje que hicimos con ustedes fue diferente. Vivo en el sur de Córdoba, zona potencial minera, donde hay cantidad de cosas que están impactando de manera negativa a nuestra comunidad. Nos han matado cualquier cantidad de líderes, salen las noticias y al siguiente día también sale un panfleto amenazante. Aún así seguimos en la lucha.
Lo que hizo Ginna Morelo, de meterse con nosotros al territorio, es de resaltar. Ese día le pedimos a Dios a que nos cuidara. Es satisfactorio saber que hay algunos periodistas que dicen las cosas como son y que dado a esto se escucha nuestra lucha.
¿Cuál crees que ha sido el impacto que generó la publicación de Tierra de Resistentes, algo cambió después de esto?
La publicación tuvo un impacto de manera positiva porque fue una noticia que vio mucha gente, y con esto fue poderle decir al mundo que el sur de Córdoba, que en otras palabras es la esperanza en temas de minería, sufre por ese mismo material que es la maldición de las comunidades que vivimos ahí.
En ese sentido, el impacto también va en que el mundo está viendo que hay líderes que están haciendo cosas por proteger el medioambiente y que lo que se muestra por encima en otros medios, tiene un trasfondo más grande y afecta a toda la comunidad.
Conoce las voces de los líderes en el especial Tierra de Ressistentes