Cerca de 16 estudiantes de la carrera de Periodismo de la Universidad de Antioquia realizaron, durante el transcurso del semestre, “Territorio de plomo”, un proyecto periodístico colectivo que pretender ahondar, por medio del análisis de datos, la realidad de los homicidios en ese departamento para así entender por qué Antioquia es un territorio de “Plomo”.
“Entre 2010 y 2018 asesinaron en Antioquia a 23.746 personas: 21.850 hombres y 1.896 mujeres. Las tasas de homicidios más altas se presentaron en municipios del Norte, Nordeste y Bajo Cauca”.
Extraído de Territorio de Plomo.
El proyecto se realizó en el aula con excusa de la electiva de “Periodismo de datos”, donde estudiantes, desde el tercer hasta el octavo semestre, se midieron frente a un ejercicio periodístico real que hoy se plasma en el blog Territorio de plomo, una década de homicidios en Antioquia.
Visite el Mapa de las tasas de homicidios en Antioquia
Fueron cuatro meses del semestre en los que se desarrolló la clase y el proyecto en dos facetas: dos meses, para la parte teórica; y dos meses, enfocados en la investigación. Se seleccionó el tema a partir de los datos disponibles y propuestas de los estudiantes y de ahí se pensó en los enfoques.
“En Antioquia, el 52 por ciento de los asesinados son personas entre 20 y 34 años”.
Extraído de Territorio de Plomo.
Los reportajes los hicieron en grupos de dos y tres personas, luego se organizaron en equipos más grandes que se encargaron de la edición de textos, datos e imágenes, comunicación y visualización del proyecto.
Según Wálter Arias Hidalgo, #AsociadoCdR y profesor de la asignatura, los estudiantes se deben formar en entornos reales, es decir, convertir el aula en una sala de redacción: “Tuvimos que ser muy organizados con el trabajo ya que es un curso de estudiantes que no están dedicados, únicamente, a eso, tienen otras 4 o 5 materias, y por eso lo ajusté de manera en que sea un curso realizable”.
Foto cortesía: Santiago Rodríguez. Territorio de Plomo.
La investigación no se centra en los municipios donde hay más homicidios, sino que a través del análisis de datos selecciona las zonas de acuerdo con el número de habitantes y sus muertos.
Aunque la asignatura solo se desarrollaba alrededor del periodismo de datos, los estudiantes usaron sus otros conocimientos para aportar en el área de difusión, diseño y creación del blog. “Cada estudiante aportó una plata mínima para comprar el dominio más barato para que el blog fuera un poco más personalizado. Cada estudiante dio $8.000 para comprarlo”, comentó Wálter.
Lee también: ¿Cómo se mapea la memoria en Guatemala?
Consejo de Redacción también habló con Amaury Núñez y Daniela Sánchez, periodistas de Territorio de Plomo, sobre su experiencia al hacer parte de este proyecto:
¿Cómo surgió la idea de esta investigación y por qué decidieron abordarla de esa manera?
Amaury Núñez: Nos llamó la atención el crecimiento de la tasa de homicidios, después de la firma de los acuerdos de paz. Según nuestra investigación hubo una especie de calma y pacificación de zonas entre el 2015 y 2016, pero en 2017 el aumento se notó considerablemente.
Identificamos las zonas e hicimos un rastreo documental extenso de distintas fuentes gubernamentales, centros de investigación, fuentes oficiales, entre otras, para el periodo 2010 – 2018. Con esto conocimos los antecedentes y consecuencias de la violencia, y desde ahí pudimos darle una narrativa y explicación, a los datos, que fue de lo que partimos.
¿De qué forma se organizó el trabajo colaborativo en clase?
Daniela Sánchez: El trabajo lo realizamos en tres fases. Partimos del análisis de los datos, delimitado en periodos, en la revista Forence y Medicina Legal. Mediante una tablas que creamos pudimos posicionar a los municipios que más se repetían, donde seleccionamos, en un primer momento, a 20 municipios y luego a los 16 que son los que se muestran en el especial.
Nos dividimos los municipios entre las parejas de trabajo, teniendo en cuenta la cercanía y los problemas que comparten. Luego vino la reportería de campo, la reportería documental, y escribir los reportajes. De ahí pasamos al proceso de postproducción donde de nuevo creamos grupos, y de esos, cada uno se encargó de la edición y subir la información a la página web desde un mismo lenguaje; porque ese es el reto de los trabajos colaborativos: que todos tengan el mismo lenguaje.
Te podría interesar: Historia del conflicto armado y visualización de datos en Colombia
¿Cuál fue el mayor reto de esta investigación?
Amaury Núñez: Darle consistencia a todos los trabajos. Cuando definimos que íbamos a hacer un blog para la publicación de todo el trabajo, buscamos que existiera un lenguaje unificado entre los datos y las historias, ya que los datos que no hablan por sí solos.
¿Por qué trabajar con datos en este tema y de qué forma buscaron relacionarlos con las historias?
Daniela Sánchez: Como es un trabajo de curso siempre partíamos de una base teórica y del cómo lo podíamos poner a la práctica en nuestro ejercicio periodístico. El curso era periodismo de datos y a partir de ahí nos preguntamos qué estaba pasando en Antioquia. Creemos que la importancia de trabajar con datos es que con ellos nadie puede pelear, las cifras están y nadie puede demostrar lo contrario.
Nos encontramos con que muchos alcaldes y secretarios de gobierno nos decían que “todo estaba bien”, pero los datos muestran todo lo contrario frente a las tasas de homicidio, que eran nuestro foco. Lo que buscamos fue pasar los datos a la parte cualitativa desde las problemáticas que encontramos en reportería y que plasmamos en el trabajo.
Imagen cortesía: Territorio de Plomo.
¿Cómo fue hacer reportería siendo estudiante?
Amaury Núñez: Fue difícil, tuvimos problemas para acceder a algunas fuentes, pero en general nuestro profesor tenía buenas relaciones con medios y fuentes, lo que ayudó al acceso a la información. Lo que hicimos fue insistir, ahí no teníamos otras herramientas más que llamar, buscar e ir a los municipios.
Postula tu investigación al Premio ¡Investiga! 2019
¿Por qué crees que es importante que se hagan este tipo de proyectos desde el aula de clase?
Amaury Núñez: Por un lado, porque aporta a la formación profesional del periodista, creo es imprescindible que haya un ejercicio práctico en el que se planteen enfoques y se sepa cómo llevar a la práctica el proceso de reportería, y demás. Yo creo que eso ayuda mucho sobre todo cuando los profesores han pasado por medios de comunicación y le aportan esa experiencia a sus estudiantes.
En el caso de nuestro tema, es clave para entender la función democrática que tiene el periodismo al entregar información que le sirva a la ciudadanía. Un plus al elegir este tema es que queríamos que las personas se enteraran que tras la firma de los acuerdos de paz el Estado no ocupó ciertos territorios, o que no garantiza una presencia institucional fuerte.
Daniela Sánchez: Consideramos que el periodismo está estigmatizado, esto es una apuesta por mostrar que desde las aulas se están haciendo proyectos de largo aliento que pueden impactar y demostrar un fenómeno que no están haciendo los grandes medios por la demanda de tiempo o por la prioridad de las coyunturas. La idea era demostrar que desde la academia se pueden hacer cosas muy valiosas para reivindicar el periodismo en estos tiempos de crisis en los que la desconfianza hacia el oficio ha aumentado.